Esta es la pregunta más difícil de responder en todo lo relativo al patinaje.
Si cambiamos esa pregunta por esta otra: "¿Aprenderé a patinar?", la respuesta es más sencilla, y es "SÍ". Todo el mundo aprende a patinar, pero el progreso en el aprendizaje puede ser más rápido o más lento.
Es común pensar que con un curso básico de iniciación al patinaje es suficiente para aprender a patinar. La respuesta es sí y no.
En un curso básico aprendes las técnicas mínimas necesarias con las que comenzar a practicar. Es el "rodaje" el que va a desarrollar tus habilidades gradualmente.
Como he comentado en otro de los artículos de este blog, el progreso de cada alumno depende de muchos factores:
- La condición física. Una persona que ha hecho algo de deporte o actividad física, como caminar, bicicleta, gimnasio, etc progresará con más rapidez que otra persona que no ha realizado apenas actividad física.
- El entusiasmo, sí, has leído bien. El entusiasmo o las ganas que uno tenga de aprender a patinar son fundamentales para perder el miedo a calzarse unos patines. Durante los cursos me he dado cuenta que aquellas personas que se inscriben en un curso "obligados" porque su amigo/a se ha apuntado, o porque comienza el otoño y necesitan hacer algo diferente (por ejemplo, coleccionar dedales o coches en miniatura por fascículos semanales), progresan más lentamente.
- Saber que no todos progresamos al mismo tiempo. Una de mis alumnas, llamémosla "A.", se frustraba cuando veía que los demás adquirían cierta habilidad con patines mientras ella estaba afianzando todavía la habilidad de dos fases anteriores, pero lo positivo es que está avanzando con seguridad.
- Es muy importante conocer cómo funciona la "curva de aprendizaje o de progreso" del patinaje en línea. Aquí vamos a centrar este artículo.
Voy a poner algunos ejemplos de curva de aprendizaje para que sepáis de qué estoy hablando: la de un violín, la del piano y la del patinaje en línea.
Si alguno de vosotros conoce el violín, sabe que hacer "sonar" a un violín no es una tarea fácil. Durante muchas sesiones al inicio del aprendizaje del violín, el alumno está intentando hacer que "suene", desarrollando habilidades con sus manos, cómo ejerce la presión sobre las cuerdas, etc. Esta parte inicial se hace muy pesada, pero llega un momento en que, ¡arrea!, el violín suena, y a partir de aquí los progresos van a una velocidad mucho mayor.
Con el piano la curva de aprendizaje o de progreso es al contrario.
El piano es un instrumento que